El Partido Obrero destruyó el Sutna: ¿cuál es la salida?

04.06.2025

La ruptura de Maxi Bronzuoli (*) y otros compañeros directivos y delegados, es el último episodio de la saga de descomposición de la lista Negra, saga que aún no ha concluído. Le había precedido la irrupción de la lista de los Independientes en la anterior elección general de delegados, y más atrás en el tiempo, el apartamiento de los compañeros Rigaudi y Castelli, que ninguneados por la dirección del sindicato habían decidido volver a sus puestos de trabajo en Fate en el 2023, manteniéndose ajenos a la conducción cotidiana de la Directiva, de la que ya de todas maneras no participaban, dado el carácter de camarilla burocrática de Crespo y su grupo cercano.

Lo peor no ha sido, de todas maneras, estas rupturas y deserciones, lo peor ha sido el retroceso que sufrimos como gremio, con la pérdida de miles de puestos de trabajo, flexibilidad laboral, caída salarial, quiebra de la obra social y sobre todo, debido a la política desastrosa de Crespo, el retroceso y desmoralización de los mejores activistas. La cuestión de la Obra social es algo particularmente sentido entre los compañeros, que tienen que sufrir en carne propia la falta de atención, de prestaciones mínimas y hasta el abandono por parte de los responsables de la obra social. No es un problema solo financiero, es otro golpe más al trabajador del neumático, esta vez en el plano de su salud y el de sus seres queridos.

Corresponde señalar que la primera voz crítica sobre la orientación equivocada de Crespo y compañía fue lanzada antes de que concluyera el conflicto del 2022, por la activista y delegada docente Paula Jove ("Hay que parar al caballo desbocado", Zona Norte, 17-09-22) Posteriormente, nuestra experiencia en Córdoba en la lucha por la reincorporación del compañero Facundo Díaz, candidato a delegado despedido de la fábrica NA (Neumáticos de Avanzada), dejó más que claro el curso capitulador de la dirección del gremio, lo cual expresamos en "Nuestro Balance sobre la lucha del Sutna", 07-10-22. Con el despido de Facundo, se vio en vivo y en directo el acuerdo de "Paz Social" entre el gremio y las patronales, como parte de lo firmado el 30 de septiembre para terminar con el conflicto de los seis meses. Facundo era candidato a delegado y fue despedido en vísperas de la elección. Este despido —ocurrido en Córdoba— fue totalmente ocultado a la opinión pública por Crespo, ocultamiento que los compañeros Rigaudi y Castelli ayudaron a romper con su pública asistencia y apoyo a la lucha por la reincorporación del compañero, provocando su definitiva marginación por parte de la directiva.

Crespo (centro) junto al por entonces mediador de SUTNA, Pablo Moyano, en 2022

Crespo no lo hizo solo: el nefasto rol de las listas de "izquierda" del gremio

Concluído el largo conflicto del 2022, una borrachera de triunfalismo invadió no sólo a la lista Negra, sino también a todas las organizaciones de la izquierda, desde el PTS, el MST, el Nuevo Mas, Política Obrera, el PCR, todas con responsabilidades en el sindicato, incluyendo a los grupos de izquierda supuestamente más radicalizados que pululan alrededor de la cooperativa electoral del FITU . Nadie fue capaz ni tuvo intención de realizar un balance serio de lo que se firmó el 30 de septiembre de 2022. Pero como lo expresamos en innumerables ocasiones, ahí se sentaron las bases para un acuerdo estratégico con las patronales: "ustedes despidan y flexibilicen lo que puedan, siempre que nos den buenos acuerdos salariales" fue la consigna implícita, aunque oculta, con la que se guió Crespo desde entonces. Por eso pudieron pasar los masivos despidos de diciembre de 2022 en Bridgestone y todos los de allí en adelante, en esa fábrica y en Pirelli, hasta llegar últimamente a FATE, respondidos siempre con paros dictados desde el escritorio del gremio, mansamente diluidos luego con la colaboración del Ministerio de Trabajo, no solo de la Nación, sino también el de Pcia de Buenos Aires, en manos del kirchnerista Correa, un archi conocido burócrata sindical peronista, al servicio siempre de la patronal y del estado capitalista, al que la lista Negra llamó a confiar (como si fuera distinto al ministerio de Trabajo de la Nación de Milei).

El trayecto capitulador de Crespo JAMÁS fue denunciado por las listas de izquierda del gremio. Incluso en este mismo momento, en que el barco de la Negra se hunde, siguen reclamando "unidad y participación" a quien claramente ya se convirtió en un obstáculo insalvable para enfrentar a las patronales, con quienes acordó un acuerdo flexibilizador a cambio de que la patronal de Fate ponga plata para la obra social fundida. Dos veces la base de Fate rechazó masivamente el acuerdo, hasta que los despidos, la desmoralización y el cansancio, permitieron a Crespo imponer su arreglo con Madanes Quintanilla en una asamblea vacía de compañeros.

Javier Madanes Quintanilla es uno de los más ricos de Argentina, ubicándose en el puesto 18 del ranking Forbes

El camino es recuperar el gremio para la base obrera

Crespo, su lista Negra y el Partido Obrero ya no tienen nada que ofrecer, más que su renuncia, a la que se van a negar, porque viven del aparato del gremio.

Bronzuoli se ha bajado muy tarde de ese barco de coerción, cinismo y corrupción. La Declaración de Ruptura plantea puntos muy progresivos, por ejemplo sobre la democracia sindical, pero él mismo ha ido tan lejos en su integración a Crespo y su camarilla que el desastre de despidos y retrocesos ahora es más difícil de rebatir. Como quiera que sea, deberá mantenerse independiente de cualquier sector del aparato peronista o filo kirchnerista para poder ser parte de una nueva alternativa que no nos lleve por el mismo camino de Crespo.

Las listas de izquierda han renunciado a luchar por una nueva dirección, que recupere la conducción del gremio para la base de los trabajadores. Para ellos, la pelea a fondo contra la burocracia del Partido Obrero no es una opción, porque comparten con ese partido el curso capitulador al peronismo a través del Fitu, que arregla acuerdos institucionales con el Partido Peronista dentro del Congreso, como lo hemos denunciado desde el Nuevo PST en: "El Fitu se integra al peronismo en el Congreso".

Es del seno de la misma base obrera, de donde debe salir la nueva camada de dirección. Ya hay indicios de ello con la irrupción de los independientes en la anterior elección de delegados un fenómeno muy progresivo que canalizó la decepción de miles de compañeros no solo con Crespo, sino también con las listas obsecuentes de la izquierda como la Granate, la Marrón, la Roja, etc y que puede ser la base para un reagrupamiento más fuerte en el futuro. Ese reagrupamiento del activismo nada debe tener que ver con el aparato del gremio ni con las listas aduladoras de Crespo. Desgraciadamente, numerosos activistas y delegados, incluso de la lista Negra, han renunciado o han sido despedidos en este periodo que va desde el fin de la huelga del 2022 hasta la fecha. Compañeros con una experiencia invaluable ya no están, como parte de una política de acuerdo tácito entre las patronales y la lista Negra. A pesar de todo, es sin embargo en la base obrera donde hay que apostar para que surjan los mejores luchadores, que tendrán que dar un paso adelante para reorganizar el gremio, apoyados en el sagrado respeto a la autoorganización y determinación del conjunto de los trabajadores. En cuanto a aquellos compañeros que desde distintas posiciones políticas acompañaron la debacle de Crespo, aconsejados por los jefes de sus partidos políticos —en especial los del Fitu—, no tienen más remedio que sumarse, si lo desean, a la humilde tarea de acompañar, sin soberbia, a los compañeros que supieron resistir y denunciar las trapisondas y arreglos de Crespo, el Waziezko actual.