
La crisis de la democracia burguesa en Argentina

El dato que dejó las elecciones en Capital Federal (CABA) del 18 de mayo del 2025, es la crisis de la democracia burguesa como lo explicamos en el Editorial 58 que podés leer haciendo click aquí. En el editorial hicimos un análisis de conjunto de las elecciones, mientras que en este artículo vamos a analizar exclusivamente en qué consiste la crisis de la democracia burguesa en Argentina, y cómo este fenómeno está impactando todos los partidos y organizaciones. La crisis de la democracia burguesa comenzó a mostrar síntomas agudos que desconciertan a opinólogos, analistas, funcionarios y defensores del capitalismo. Todos ellos se encuentran incrédulos y sorprendidos ante los niveles de abstención, voto en blanco y nulo en las últimas elecciones en CABA, pero también en las elecciones provinciales.
En CABA, los datos son que el 47% de la población no acudió a votar, y el 3% votó blanco o nulo con lo cual el 50% de la población decidió no apoyar a ningún partido, ni coalición política. Son números sorprendentes en un distrito como CABA que históricamente supo tener un promedio de 75% de participación, pero lo mismo sucedió en las elecciones de Chaco donde apenas votó el 52% del padrón, en San Luis y Salta cantidades similares del 50%, mientras que en Jujuy entre la abstención y el voto blanco/ nulo el 40% de la población no votó a ningún candidato. En Santa Fe la participación popular tuvo datos históricos entre el 45% que no asistió a votar y más del 10% del electorado que votó blanco o nulo lo que arrojó que el 55% de la población no votó por ninguno de los candidatos que se presentaron.

Estos datos muestran los niveles más bajos de participación electoral en 42 años, desde la última dictadura militar, lo que significa un verdadero derrumbe del régimen político de la democracia burguesa, sus partidos, sus funcionarios, y los dirigentes de sus partidos. Sin embargo la crisis de la democracia burguesa en Argentina no comenzó con las elecciones en CABA. Esos altos porcentajes de abstención y voto en blanco/ nulo son la continuidad de un proceso que comenzó hace ya 4 años, a partir del 12 de septiembre de 2021 cuando se realizaron elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en las elecciones legislativas.
En esa elección 12.493.856 de votantes se abstuvieron, un porcentaje del 37% del padrón electoral, mientras que 1.650.289 de personas votaron en blanco/nulo, un 5% del padrón electoral, lo cual totalizó 14.144.145 millones equivalente a un 42% del padrón. El motor de ese rechazo fue la ruptura del pueblo con el Partido Justicialista (PJ) que perdió 5 millones de votos de los 12 millones que habían obtenido a su llegada al poder. El duro golpe sufrido por el gobierno del PJ produjo un "terremoto" político y un vacío de poder que obligó a instalar de hecho un nuevo gobierno con la asunción de Juan Manzur como Jefe de Gabinete, y Aníbal Fernández, como Ministro de Seguridad.
Este "segundo gobierno" fracasó, lo que obligó a asumir a Sergio Massa como Ministro de Economía y presidente de la nación de facto, en medio de una hiperinflación que denotaba el creciente vacío de poder. Los defensores del capitalismo, los analistas y "opinólogos" burgueses debaten con preocupación sobre las causas, y las razones de la abstención y el "vaciamiento" que sufre el régimen democrático burgués por parte del pueblo, producto de que la "acción" que el pueblo lleva adelante al decidir no ir a votar, tiene como consecuencia fuertes crisis en el régimen y los partidos que sostienen el capitalismo.
La clase obrera no vota, porque no tiene a quien votar
El golpe brutal que significó la pérdida de 5 millones de votos en las PASO del 2021 fueron la expresión de la bronca, el odio, el rechazo y la ruptura del pueblo con el Partido Justicialista (PJ), lo que agudizó la crisis del PJ. De ese golpe sufrido hace ya 4 años el PJ no logró recuperarse nunca más, al contrario, su crisis se agrava día a día envuelto ahora en una virtual ruptura en Provincia de Buenos Aires entre Cristina y Kicillof, y las derrotas o incluso desaparición en varias provincias donde otrora fue poderoso y gobernó.
Esta crisis expone claramente la consecuencias que provoca la "acción" del pueblo de no ir a votar. Los "opinólogos" y "analistas" cuando observan este comportamiento popular hablan de "apatía", y usan ese término para "bajarle el precio" a la acción del pueblo. El rechazo impacta sobre el régimen, aunque es una acción pasiva no debe subestimarse, porque el régimen democrático burgués y sus partidos dependen del apoyo del pueblo para obtener legitimidad. Si ese apoyo no existe, o merma cualitativamente, el régimen democrático burgués queda limitado a un aparato ajeno al pueblo, evidenciado como un régimen que no soluciona ninguno de sus problemas.
Un elemento que provoca una profunda preocupación en las clases dominantes, es que la crisis de la democracia burguesa fomenta las tendencias a la auto- organización y autodeterminación de las masas. El pueblo ya no cree, ni apela a los viejos partidos e instituciones como la justicia, o los gobernantes para la solución de sus problemas, con lo cual decide tomar y resolver los asuntos con sus propias manos, y con sus propios métodos. Así es como comenzamos a ver estas tendencias en las movilizaciones más importantes como las que surgieron en los barrios de CABA contra el DNU de Milei, la movilización en defensa de la Universidad, o en defensa de la comunidad LGTBQ, la lucha del pueblo de Misiones, entre otras que se dan por fuera de los aparatos tradicionales.
Las movilizaciones que surgen de abajo, con elementos de auto- convocatoria se dan con más fuerza o masividad que cuando convocan las viejas direcciones. Esta tendencia a reforzar la tendencias al poder dual del pueblo frente al régimen es algo que preocupa a las clases dominantes, y por eso procuran todo el tiempo que las masas "vuelvan" a creer en el régimen y vayan a votar. A su vez, la acción que el pueblo lleva adelante de no ir a votar es el producto de otro fenómeno político de gran importancia hoy en todo el mundo: La revolución política. El proceso de la revolución política es el proceso por el cual las clases trabajadoras y el pueblo rompe con sus direcciones tradicionales: la socialdemocracia, el stalinismo, o los movimientos nacionalistas burgueses, un proceso que es también mundial y que en nuestro país se expresa en la ruptura del pueblo con el peronismo.
La revolución política provoca el fenómeno de que la clase trabajadora no va a votar, porque no tiene a quien votar. Ya no cree en los partidos políticos del régimen, y sobre todo no cree en quien fue históricamente su dirección, en este caso, el Partido Justicialista que ha sido por mas de 70 años la dirección de la clase trabajadora y el pueblo. Esto provoca un verdadero "terremoto" político, hace entrar en crisis a los regímenes democrático burgueses, y sus gobiernos.
La debilidad de los gobiernos y los regímenes capitalistas
Cuando sectores de masas no concurren a votar y le dan la espalda a las elecciones burguesas, se expresa en la "ola abstencionista" que recorre el mundo. Los pueblos comenzaron a expresar el rechazo a la democracia burguesa alrededor del año 2021 cuando altos porcentajes la población no concurrió a votar, o votó nulo, o blanco con porcentajes de fuerte crecimiento en Venezuela, Italia, Brasil, Perú, Irak, Chile, etc. o como los casos de EE.UU, y México donde la abstención alcanzó casi el 50%. Algunas elecciones como en las regionales en Francia la abstención alcanzó niveles del 65,3%, rangos históricos desde que en 1958 el general Charles de Gaulle fundó la V República.
Existe entonces una profunda vinculación entre la crisis de la democracia burguesa y la revolución política. El derrumbe de los partidos políticos, y organizaciones que fueron la dirección del movimiento de masas por décadas impacta en la democracia burguesa, porque el régimen democrático burgués se asienta en los partidos políticos burgueses y reformistas. Si esos pilares se derrumban, se derrumba todo el régimen político. Esta crisis de la democracia burguesa provoca el surgimiento de gobiernos capitalistas muy débiles, electos por un porcentaje muy minoritario de la población, que deben gobernar en medio de una brutal crisis del capitalismo, lo que provoca crisis y caídas de gobiernos en forma permanente.
Aún bajo el férreo control de los fraudes, y los antidemocráticos mecanismos electorales burgueses, puede ocurrir que un "don nadie" gane las elecciones superando a los partidos tradicionales como ya ocurrió con Beppe Grillo, Meloni, Milei, Bolsonaro, etc. personajes "outsiders" que dos años antes de ser presidentes eran unos completos desconocidos. En general los medios imperialistas, los opinólogos, o la izquierda reformista reunida en la Internacional Progresista presenta este panorama como la de un "ascenso de la ultraderecha" en el mundo. Pero esta perspectiva es falsa, no hay nada más alejado de la realidad.
La realidad es que todos los regímenes burgueses, tanto los de la democracia burguesa como las dictaduras, están en crisis. Esta crisis es el producto de que el capitalismo no puede otorgar ninguna concesión a los pueblos, mientras extiende la pobreza en los 5 continentes y se agrava la injusta desigualdad social, lo que provoca permanentes luchas y levantamientos. Desde el agravamiento de la crisis mundial del capitalismo estallaron 3 oleadas revolucionarias, cada vez más profundas que cuestionan al capitalismo y sus regímenes. En este momento transitamos una oleada global que implica movilizaciones en Estados Unidos, Francia, Alemania, pero también en países donde hay dictaduras capitalistas como Cuba, China o Venezuela, o revoluciones de liberación nacional como en Ucrania o Palestina, Yemen, o Siria. Si querés leer sobre las oleadas revolucionarias hacé click aquí.
En este panorama los gobiernos capitalistas que emergen con discursos reaccionarios como el de Trump o Milei son gobiernos que tienen un débil apoyo popular y la mayoría de la población en contra. Hablar de un "ascenso de la ultraderecha" pretende mostrar una realidad falsa de que estos gobiernos emergen con fortaleza o el apoyo de la mayoría del movimiento de masas. Es una campaña que busca ocultar lo que en realidad está ocurriendo, que es la emergencia de gobiernos capitalistas muy débiles como resultado del proceso de revolución política y la crisis de los regímenes y partidos burgueses.
En Argentina el fenómeno se puede apreciar muy claramente en las elecciones de CABA, en las cuales LLA gana con apenas 490 mil votos sobre un total de 3 millones de personas habilitadas para votar, o sea, un 16% de apoyo, un número raquítico, vergonzoso para un gobierno que cuenta con los recursos del estado nacional. Pero que le alcanza para ganar producto del derrumbe de todos las fuerzas políticas. Aún así el resultado no deja de poner de manifiesto la debilidad del gobierno de Milei que sorteó la crisis política de la estafa $Libra merced al salvataje que el imperialismo hizo con un préstamo de más de 20 mil millones de dólares, y la complicidad de todos los partidos del régimen. Pero que está en la cuerda floja cuestionado por los altos niveles de pobreza y desocupación que es incapaz de resolver.
Milei va perdiendo el limitado apoyo popular que tenía, retrocediendo en todos los barrios más pobres del sur de CABA, donde apenas hace un año atrás había ganado. Al no contar con amplios apoyos de masas los resultados plantean la perspectiva de que, incluso cuando con estos mínimos apoyos populares gane en las próximas elecciones de octubre, el gobierno de Milei seguirá siendo un gobierno débil.

La imagen muestra como quedaron los barrios de CABA en las elecciones del 2025. LLA en color violeta gana con el 16% de los votos en los barrios de mayor poder adquisitivo, pero pierde todos los barrios mas humiles de sur de la Capital Federal donde en las últimas elecciones había ganado
El Frente de Izquierda, una experiencia terminada
El hecho de que los pueblos del mundo comenzaran a dar la espalda a las direcciones burguesas o reformistas es un avance de la conciencia. ¿Cómo medimos el avance o retroceso en la conciencia de los pueblos? En relación a su mayor adhesión o rechazo a los aparatos contrarrevolucionarios. Cuando los pueblos creen y adhieren a las direcciones reformistas, socialdemócratas, stalinistas o nacionalistas burguesas demuestran un bajo nivel de conciencia, porque el pueblo deposita ilusiones en aparatos contrarrevolucionarios que los traicionan para garantizar la existencia del capitalismo.
Por el contrario, cuando los pueblos rompen y comienzan a descreer en esas direcciones contrarrevolucionarias, es producto de que avanzan en su conciencia. Aún cuando no conozcan el marxismo, comienzan instintivamente y con olfato de clase a comprender que esas direcciones no le sirven y comienzan a darle la espalda. El proceso mundial de revolución política que vivimos en Argentina y el mundo es un paso enormemente progresivo, porque implica una nueva etapa en la relación entre las masas y sus direcciones en la cuales comienza un divorcio de los pueblos con los viejos partidos y organizaciones capitalistas y reformistas para dar lugar a la lucha por nuevas direcciones, vinculadas al marxismo.
La revolución política da como resultado el surgimiento de una camada de activistas que es "independiente" y no se referencia en ningún partido político. Este activismo independiente crece a escala global como un fenómeno altamente progresivo, porque es un activismo que esta fuera del control de los aparatos contrarrevolucionarios. En Argentina la crisis del peronismo y el kirchnerismo están dando como resultado el surgimiento de un activismo que ya no se referencia en esos sectores. Tampoco se referencia en el FITU. Este activismo independiente es la materia prima de la nueva dirección de la clase trabajadora que puede surgir en el próximo período que afrontamos.
La crisis de la democracia burguesa no sólo golpea sobre todas las organizaciones políticas que defienden el capitalismo, lo hace también sobre las organizaciones reformistas, producto de lo cual, la revolución política ha abierto una grave crisis en la izquierda mundial. Syriza en Grecia, Podemos en España, la DSA en EE.UU, Die Linke en Alemania, el PSOL en Brasil, etc. son experiencias que se lanzaron en las primeras décadas del siglo XXI, tomando como eje la intervención electoral. En Argentina este proceso fue llevado adelante por el Frente de Izquierda- Unidad (FITU).
Estos experimentos sembraron ilusiones en sectores del activismo global pero luego de una experiencia con ellas, terminaron en un fracaso que los llevó al retroceso y a una grave crisis. Las revoluciones del siglo XXI fueron sepultando todos estos proyectos que apostaban a la vía reformista, electoral, pero fracasaron y terminaron retrocediendo. Precisamente en este momento en que una "ola abstencionista" recorre el mundo, y los pueblos rechazan la democracia burguesa, estos proyectos han quedado completamente a contramano del proceso real que están llevando adelante lo pueblos, han perdido todo base de sustentación, lo que los ha llevado a una fase final de retroceso y crisis.
En estas elecciones se ha palpado esta realidad en el FITU. En Jujuy el FITU pasó de sacar 100 mil votos en las elecciones legislativas del 2021, retrocedió a 50 mil votos en las presidenciales del 2023, y ahora volvió a retroceder a 30 mil votos. En las demás elecciones de Santa Fe, Chaco, Salta y San Luis prácticamente desapareció. Pero el retroceso mas grande lo sufrió en CABA donde pasó de 140 mil votos en las elecciones legislativas del 2021, a 70 mil votos en las presidenciales del 2023 y de alli otro retroceso a 50 mil votos en el 2025. Un verdadero desastre con una perdida de 90 mil votos, en el lugar donde los grupos del FITU tienen su mayor concentración de aparato electoral, legisladores nacionales, y funcionarios rentados.
Increíblemente los grupos han publicado balances donde afirman que han hecho "una gran elección". Favorecidos por los antidemocráticos mecanismos de la democracia burguesa que reparten cargos calculando los porcentajes únicamente en base al sector de la población que concurre a votar, los grupos obtuvieron bancas. Pero el retroceso resulta ya inocultable en todos los distritos, aunque es aun más grave en CABA, donde la izquierda ha contado con márgenes del 11%, o el 9%. Ahora apenas superaron el 1,6% del padrón electoral. Un verdadero desastre inocultable.
En próximos artículos haremos un balance más detallado de la situación de los grupos del FITU. Ahora solo cabe consignar que luego de haber despertado ilusiones y expectativas en un sector del activismo, tras 14 años el FITU constituye una experiencia terminada: El activismo en su conjunto le ha dado la espalda, y solo los sectores mas atrasados y conservadores de la clase media los sigue votando, sector que el FITU encarna con su política de apoyo a la democracia burguesa, llamando a apoyar el circo electoral. Los grupos del FITU están quedando cada vez más reducidos a pequeños aparatos cada vez más marginales, lo que explica su retroceso imparable.
La crisis de la democracia burguesa requiere de una organización revolucionaria para abolir este régimen que millones rechazan. El Nuevo PST convocó en todas estas elecciones a la abstención y el voto blanco o nulo. Hacemos nuestra contribución al proceso que el pueblo está llevando adelante, y que los sectores de vanguardia más adelantados encabezan rechazando a la democracia burguesa, sus partidos mecanismos y funcionarios.
Es a partir del impulso a este proceso de rechazo a la democracia burguesa, y al proceso de revolución política que debemos impulsar una nueva dirección del movimiento obrero y popular, vinculado al marxismo. Solo así podremos imponer un gobierno obrero y popular, la única salida real a la crisis a que nos somete el capitalismo. Si estás de acuerdo con esta propuesta, te invitamos a construir juntos el proyecto revolucionario del Nuevo PST y La Marx Argentina.
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