La Unión Obrera Metalúrgica, las patronales y el gobierno, triangulo de hierro contra los trabajadores.

16.10.2025

Por Valerio Chinasky - PST- 

En los últimos meses el cordón industrial metalúrgico que componen San Nicolás, Ramallo y Villa Constitución se vieron envueltas en varias luchas por la recomposición salarial. En esos parques industriales hay cientos de empresas del rubro que trabajan como proveedores de la gran industria que componen Acindar y Siderar, estas pequeñas empresas metalúrgicas funcionan como tercerizadas de estos dos grandes monopolios.

El sindicato UOM elaboró un convenio metalúrgico especial para las mismas, todavía más flexibilizado y con menor salarios, comparados con el convenio madre de la UOM que de por si, es el más bajo, a nivel de salario de toda la industria. En muchas de estas empresas, sus mesas directivas están integradas por la burocracia sindical, en algunas como accionistas, como se da en villa constitución con el famoso burócrata Brunelli y en otras, por directores con grandes salarios de ejecutivos. El entrelazamiento burocrático patronal esta cimentada por décadas de negociados en conjunto.

En el mes de agosto, en empresas como Loveras ubicada en Ramallo y Telmiun en San Nicolás, los trabajadores autorganizados en asambleas obligaron a las comisiones internas burocráticas, a reclamar por aumento salarial ya que el salario promedio de esta empresas no supera los 800.000 pesos por mes. 

Los trabajadores tomaron los puesto de trabajo, parando la producción y colocándose en estado de asamblea permanente,  por las barriadas obreras de la zona, fue circulando las noticias del conflicto y rápidamente empezó a extenderse en todos los parques industriales, tal magnitud del conflicto obligó al secretario general de la UOM Furlan, a venir para la zona y colocarse como interlocutor del conflicto.

Las primeras acciones de la burocracia, no fue extender el conflicto o llamar al paro a todo el gremio, trasformando la lucha por el salario en una causa nacional, si no que, por el  contrario lo primero fue encapsularlo, aislarlo de toda solidaridad de las barriadas obreras que, podrían haber aportado, regimentar las asambleas fue la otra tarea, cortando los debates y las propuestas de los activistas, dejando solo con voz a los delegados y aparto del sindicato.

A pesar de todo ese accionar, el conflicto siguió extendiéndose, acorralados por una marea y temor a no poder controlarla. En este marco, la burocracia decidió entregar la lucha de una manera rápida y escandalosa. Después de una semana,  donde el secretario general Furlan hablaba en las asambleas pidiendo a los trabajadores paciencia, con la promesa que el conflicto se destrabaría, terminó huyendo a su oficina gremial en CABA, en sintonía con las patronales. Al mismo tiempo que se daba el abandonó de la burocracia, se enviaban cientos de telegramas de despidos con causa, en algunas empresas el despido llego al 100 % de personal, incluido las comisiones internas. 

Era tanto el temor de la burocracia hacia un conflicto que crecía y que no podían contralar que, sacrificaron parte de su aparato. La UOM sólo dejó sus abogados para que cada trabajador inicie acciones legales y cobrar la indemnización, sin siquiera explicar su cobarde retirada, dejando campo a la patronal para seguir golpeando a los despedidos.

Asimismo, Acindar y Siderar ofrecían tomar a los despedidos a cambio que renuncien al juicio por indemnización, la mayoría de ellos con muchos años de antigüedad, a cambio de una promesa de un nuevo puesto de trabajo, la cual muchos despedidos accedieron, pero resultó una farsa, porque eran contratos por dos meses de duración, con salarios menores a los que se venían cobrando. No se anda con chiquitas la burocracia cuando traiciona.

Las barriadas obreras, balance de la lucha y guerra de changas

Las grandes barriadas obreras que rodean los parques industriales, está viviendo una desesperada lucha por la subsistencia, con salarios que no alcanzan para nada, en un lugar donde la electricidad y gas se pagan a precio dólar, ni que hablar de los alimentos. En los barrios hay una lucha de changas entre los trabajadores ocupados y los trabajadores desocupados, los primeros para complementar un salario de hambre, los segundos solo para poder tener una plato de comida diario.En este clima, los trabajadores discuten la traición flagelante de la UOM y de cómo ya no ponen más esperanza en la misma, unido con el descreimiento de todo el sistema institucional. 

Los obreros cuenta que hace años no votan, porque saben que, los que manda en la zona son las patronales, quienes deciden quien trabaja y quien no, los únicos que arman y desarman a su antojo lo que sucede en la zona, es indistinto quien es el intendente de turno o de que partido hay una sola ley y es la de los patrones de la metalúrgicas, por eso el voto en blanco o no ir a votar es la opción más elegidas en las barriadas .

En estas barriadas tampoco llega la voz de la izquierda FITU, donde no agitan, no organizan y no distribuyen materiales, el FITU esta asentado en las zonas urbanas de clase media, en a zona sojera del distrito, solo abocados al electoralismo mezquino pequeño burgués.

Los trabajadores han profundizado la ruptura con la farsa electoral, que sostiene esta democracia burguesa, y en una rápida experiencia con la burocracia entregadora, en  la conciencia de saber que, la organización obrera desde abajo tiene fuerza, como se vió en las asambleas, que logró poner de pie en cada puesto de trabajo, donde se está creando un cultivo de experiencia y enseñanza a camadas de obreros, que van tomando conciencia de su propias fuerzas. Es allí donde los verdaderos revolucionarios, debemos intervenir acompañando y alimentando ese proceso, para las próximas luchas que se vienen, en el país cruzado por la crisis capitalista e institucional y que solo los trabajadores unidos y organizados independientemente pueden darle una salida .

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