
Editorial Nº63 - 22 de agosto del 2025

Ahora más que nunca ABSTENCIÓN, VOTO EN BLANCO O NULO
El régimen político argentino está en una brutal crisis y descomposición, cruzado por escándalos, denuncias, hechos de corrupción diarios y el arribo de personajes de la farándula, el esoterismo o el deporte, junto a los más rancios personajes políticos que llevan años en los diversos estamentos del estado. Y estos cachivaches, estos impresentables de todos los partidos y colores, están al frente del país, decidiendo sobre la vida del pueblo, al que hunden en la miseria, siempre en favor de los capitalistas, de los banqueros, de los poderosos, de los corruptos.

El fentanilo contaminado —causante de decenas de muertes de pacientes inyectados, una de las mayores tragedias sanitarias a nivel mundial por contaminación de medicamentos— es tanto responsabilidad del delincuente Ariel García Furfaro, devenido empresario a la sombra del kirchnerismo, una especie de Lázaro Báez de la salud, como de la inacción y complicidad de la ANMAT, bajo la dirección de Mario Lugones, el hombre que Milei designó en el Ministerio de Salud. Constatar, como hicieron las inspecciones de noviembre de 2024, que el laboratorio Ramallo producía en condiciones de absoluta mugre y desorden, no fue suficiente para impedir que siguiera fabricando medicamentos. El gobierno quiere desentenderse del problema, pero García Furfaro no podría haber actuado con tamaña impunidad todos estos años sin la protección y complicidad del poder político, primero de los Kirchner, luego de Macri y finalmente de Milei.

No es el único escándalo del momento. Milei tuvo que desprenderse de Diego Spagnuolo, quien estaba al frente de la Andis —Agencia de Discapacidad— luego de que se filtraran audios donde él mismo detallaba el mecanismo de corrupción por el cual la droguería Suizo Argentino y por intermedio de esta, los Menem y Karina Milei se llenan los bolsillos con comisiones ilegales, que habrían pasado de un 5% en la corrupción del gobierno de Alberto y Cristina a un 8% que sería el nuevo porcentaje de coima actual. A confesión de partes relevo de pruebas, dice un viejo axioma jurídico.
El trasfondo de este escenario de corrupción es el estancamiento económico, el crecimiento de la miseria y la recesión, el cierre de fábricas, los despidos y suspensiones de trabajadores, la baja del consumo, consecuencias lógicas de un plan de ajuste al servicio de los grandes empresarios, capitalistas y banqueros. Milei y su ministro Caputo están propiciando una bola de nieve de endeudamiento en pesos extraordinaria, para sostener la ficción de un dólar "barato" y de una inflación "controlada". Las contradicciones se acumulan y es inevitable el desplome de este castillo de naipes, que sobrevivió hasta ahora con la ayuda del FMI primero, y de un endeudamiento y emisión totalmente descontrolada ahora, para sostener la rentabilidad en pesos con altísimas tasas de interés.

En última instancia, es este cuadro de situación el que explica las derrotas del gobierno en el Congreso, las renuncias y expulsiones en su espacio, la huída de legisladores propios, como el que ocurrió esta semana con Marcela Pagano y tres diputados más.
Y a pesar de todo eso, Milei y su espacio pueden llegar a ser los más votados en octubre y hacerle sombra al peronismo en las elecciones de provincia de Buenos Aires en setiembre.
¿Significa esto que el gobierno está fuerte? De ninguna manera, lo que esto indica es el estado de descomposición y fragmentación de la "oposición" peronista y los otros partidos patronales. El peronismo está sufriendo las consecuencias que trae una experiencia de masas demoledora, que lo identifica como un partido de corruptos, delincuentes y hambreadores, cuya máxima jefa está presa por corrupción, y por todos lados tiene gente condenada o a punto de ir a juicio por toda clase de delitos, desde el más común como es el robo de fondos públicos, hasta casos de abuso sexual, violencia de género y narcotráfico.
El Nuevo PST plantea con toda claridad que debemos rechazar a toda esta casta de explotadores y corruptos, porque ellos son aliados y a la vez parte del 1% de explotadores que lucran incesantemente, bajo todos los gobiernos, y cuyo nivel de vida y de ingresos se contraponen cada vez más con los millones de trabajadores que estamos privados de viviendas, salud, educación y sueldos dignos, y en cuyo extremo un sector va directamente a la calle a revolver la basura para comer.
Los debemos rechazar no yendo a votar, votando en blanco o nulo.
¡No es cierto que esta orientación no sirve, como se empeñan todos los políticos y comunicadores sociales en machacar! En las elecciones de medio término del 2021, la extraordinaria abstención de casi 5 millones de bonaerenses dejó en el aire al gobierno de Alberto Fernández, marcando su final, aunque prosiguiera como un fantasma en la casa de gobierno, solo ocupado en hostigar a su esposa. Por eso se habla del gobierno de Alberto, Cristina y Massa, porque ese gobierno derrotado por la abstención tuvo que entregar su poder nada menos que a quien había llamado a votar a Macri en el balotaje anterior, el panqueque insuperable de Sergio Massa.
Pero la abstención, el voto en blanco o nulo, no solo debilita al gobierno de turno y a la falsa oposición, sino que es la preparación, en la conciencia del pueblo, del paso a la movilización, a la calle. En la conciencia está el embrión de la acción, y no tengamos duda que esta conciencia de que todos los políticos son una basura a los que no hay que darles el más mínimo apoyo, prepara y anticipa un nuevo Argentinazo en las calles, para echarlos a todos y que no quede ni uno solo, completando la revolución del 2001. Así lo anticipan, además, las movilizaciones masivas por sector, en numerosas provincias, como pasó con los docentes de San Juan, Catamarca o Chaco en el último período de luchas.

El nefasto rol de la izquierda del régimen
A contramano de la vanguardia de masas que se prepara y milita para no votar, la izquierda se une al coro de políticos y periodistas que critican la abstención por que no sirve, expresa apatía o indiferencia política. Es todo lo contrario, quien decide no votar o eventualmente votar en blanco o anular su voto, expresa un grado de conciencia superior, el de una persona que ha comprendido que nada se puede esperar de este régimen de explotadores y corruptos, y que quien comparte las migajas que caen de este banquete, como hace la izquierda del régimen, es parte de lo mismo. Un obrero o una obrera común, no podría distinguir entre una Bregman, un Nicolás del Caño y un Máximo Kirchner. Y es lógico, ellos andan de puras sonrisitas entre sí, yendo a tomar el té a la casa de Cristina, o compartiendo encuentros y seminarios donde se habla del peligro de la "ultraderecha", o del fascismo, mientras en los hogares obreros la experiencia es la del hambre y la represión bajo todos los gobiernos.
Peor aún: ahí donde esta izquierda debería ser ejemplo de unidad y democracia, es donde más se le notan las hilachas. En el Sindicato del Neumático, dirigido por el Partido Obrero, con el apoyo de todo el Fitu, el Nuevo Mas y Política Obrera, ahora que se vino la noche, que el burócrata de Alejandro Crespo no pudo frenar un solo despido, que se perdió el 40% de puestos de trabajo, que en la fábrica emblema de lucha —Fate—, se impuso un convenio más flexibilizador que el que había, que ya era nefasto, ahora todos se pelean y de pronto se convirtieron en furibundos opositores, a tal punto que para las próximas elecciones gremiales van en cuatro listas separadas, atacándose entre sí. Y al mismo tiempo se juntan en un supuesto Plenario Sindical Combativo… para hablar de unidad y lucha. Estas tremendas contradicciones sólo pueden explicarse porque en realidad lo único que une a la izquierda reformista argentina es la búsqueda de la integración al régimen para medrar de los fondos del Estado y las posiciones de poder en las propias instituciones burguesas como el Parlamento, para eso hacen esa cooperativa electoral. Es tal su adaptación al régimen que hasta caen en la repugnante maniobra de las candidaturas testimoniales, tal Nicolás del Caño presentándose a la diputación bonaerense el 7 de setiembre y a la nacional el 26 de octubre. El quiebre de la izquierda del Fitu y sus satélites es imparable, a partir de una sistematica subordinación al peronismo y en especial al kirchnerismo, votando decenas de leyes conjuntamente, haciendo un "interbloque" en el Parlamento en ocasión del debate de la Comisión de investigación de la cripto-estafa, y rematada con el apoyo a Cristina Fernández adhiriendo a la campaña de "Cristina proscrita".

Más que nunca entonces, a militar la abstención, el voto en blanco o nulo, a discutir con los vecinos, compañeros de trabajo y estudio la unidad para derrotar al régimen con esta táctica electoral, que millones en todo el mundo están utilizando, una verdadera revolución política en la conciencia de las masas. Como hicimos en Santa Fe, Chaco, Jujuy, San Luis, Salta, Capital, etc:
No apoyes ninguna opción electoral porque todas están al servicio de este régimen opuesto al que necesitamos construir, un régimen de democracia directa, con nuestras propias instituciones en el cual la conducción del Estado esté en manos de la clase obrera y sus aliados de la ciudad y el campo, que se apoye además en la unión con la clase obrera mundial contra el enemigo común: los grandes conglomerados capitalistas y sus gobiernos de derecha y de izquierda.
- Peguemos duro con la abstención, el voto blanco o nulo!
- Por la unidad de todas las luchas y reivindicaciones en un nuevo Argentinazo que los eche a todos!
- Por un gobierno obrero y popular!
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